Cueva de los Murciélagos
Albuñol, Granada
El arte de trabajar la cestería en la Prehistoria
El hombre prehistórico necesitó transportar y guardar sus frutos y víveres y partiendo de las fibras vegetales que la naturaleza les ofrecía, juncos, mimbres, madera, hierbas, cañas... fabricó las primeras cestas.
No hay acuerdo en el inicio de la cestería por parte de los investigadores, se asocia al neolítico y a la sedentarización humana, aunque puede ser anterior a la cerámica. Los objetos de cestería han formado parte de todo tipo de civilizaciones y tribus a lo largo de la historia.
Los restos de cestería encontrados en la Cueva de los Murcielagos de Albuñol, son únicos en el mundo y su estado de conservación es tan bueno que en principio se dudo de su autenticidad hasta que se realizó la prueba del C-14 situándolos a finales del 6 milenio principios del 5 milenio B.P,. en el neolítico medio-final (López 1980).
Por lo general los objetos son de uso cotidiano y fueron elaborados por las mujeres encargadas de la recolección de alimentos, son de una gran utilidad por su resistencia y poco peso. La cestería suele estar decorada con motivos geométricos o con otros motivos lo que las hace mucho más bonitas y
atractivas como ocurre con los de la Cueva de los Murciélagos.
El yacimiento de la Cueva de los Murciélagos cuando fue descubierto ya estaba destruído y el granadino
D. Manuel de Góngora se ocupó de buscar y recopilar un conjunto de
restos de cestos, sandalias, tejidos utensilios de madera y cerámica. En el libro "Antiguedades Prehistóricas de Andalucía" escrito por él en 1868, nos describe el yacimiento de la Cueva de los Murciélagos.
"Gracias a las especiales condiciones medíoambientales de la cavidad se habían preservado en perfecto estado de conservación más de sesenta restos humanos momificados. Doce de estos cadáveres: según nos relata Góngora. aparecían colocados en un semicírculo alrededor de un esqueleto de mujer vestido con túnica de piel y adornado con un collar de esparto del que pendian caracoles de mar y un colmillo de jabalí labrado. Distribuidos por diversas salas de la misma cueva se encontraron otros esqueletos, uno de ellos con una diadema de oro, y a menudo vestidos con túnicas de esparto, así como tocados con gorros y calzado del mismo material. Junto a cada uno de ellos había un cesto o bolsa de esparto, dos de ellos contenían tierra negruzca. yen los restantes había mechones de cabello. valvas de moluscos y semillas de -papaver somniferum- Muchos de estos cestos, así como los tejidos conservavan sus primitivos colores (Góngora 1868)
Los objetos encontrados en la Cueva de los Murciélagos de cestería son de esparto y por la forma de tejer la fibra vegetal están realizados con la técnica de cestería cordada es decir, está tejida como si fuera una trama sin serlo.
* Las fotos son del Museo Arqueológico Nacional de Madrid
